3 estilos de cocina que te van a encantar
Cocina industrial
El
estilo industrial tiene su origen en los años 50 en la ciudad de Nueva York. Las naves industriales de las fábricas abandonadas
se convirtieron en los hogares de los jóvenes artistas neoyorkinos, quienes
dieron origen a este estilo arquitectónico.
Las
cocinas de estilo industrial suelen ser abiertas a los ambientes públicos de la
casa (sala y comedor), por lo que el diseño de los muebles es de líneas
sencillas para mantener equilibrio en el diseño.
Generalmente
son cocinas equilibradas y muy ordenadas sin excesos de ninguna especie, siendo
los revestimientos (ladrillo, concreto o madera), los que resalten en su
decoración.
Una buena idea para una cocina industrial, es utilizar grifería en color negro. También, podes utilizar mesadas oscuras o de madera con detalles en negro, y bachas simples de acero.
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Cocina nórdica
Predomina el color blanco en las paredes y mobiliario, ya que este color permite multiplicar la claridad. Es habitual que convivan con él el beige y el gris. Los toques de color se añaden mediante los complementos, los textiles, las lámparas o incluso los cuadros. En este estilo, también aparece mucho la madera como complemento.
Las cocinas de estilo nórdico, siempre revestidas de blanco, cuentan con gran presencia de madera, la cual puede encontrarse en encimeras, cajones, armarios o sillas. Son espacios limpios, donde se evita el ruido visual, por eso la decoración es escasa.
Si elegís este estilo para tu cocina, te recomendamos que optes por
griferías con líneas rectas y accesorios funcionales que formen parte del
ambiente, por ejemplo tablas de picar o utensilios de madera.
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Cocina minimalista
El estilo minimalista surge entre los años 60 y 70 y se presenta en contraposición al colorido estilo pop art. Es un estilo sencillo, ideal para las personas que no quieren recargar mucho la decoración, ya que la misma es lo más limpia posible, evitando llenar los espacios de objetos que no sean útiles.
Lo fundamental en este estilo es preservar el espacio en lugar de rellenarlo, como se hace en la decoración tradicional. Los detalles aislados caracterizan este estilo. La amplitud es una característica clave, así como las líneas rectas.
Es parecido al estilo escandinavo, con la diferencia que en en éste último se juega un poco con texturas como madera o textiles, mientras que en el minimalismo existe una ausencia de texturas. Asimismo, el estilo nórdico suele acompañar al color blanco con tonos grises o beige, mientras que el minimalismo reduce al máximo los colores y carece de una paleta, generalmente es monocromático.
Si te gusta este estilo, podés probar con encimeras de mármol o del mismo color que los muebles, bachas de acero simples y sin detalles y griferías de acero con acabado brillante.
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